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¿Muchas selfies?

En la mitología griega, un joven llamado Narciso vio su reflejo en el agua y pasó tanto tiempo admirando su belleza que se aisló del resto del mundo. Finalmente se ahogó al tratar de abrazar su imagen.


Freud pensaba que un poco de autoestima es parte natural de los seres humanos. Pero que se puede tornar en un desorden psicológico cuando la persona se ama a sí misma hasta el punto de excluir a todos los demás. Y eso es a lo que usualmente nos referimos cuando hablamos de narcisismo.


Los psicólogos han desarrollado pruebas para medir rasgos de personalidad como el narcisismo. Algunos de los resultados no sorprenden: los narcisistas tienden a ser más activos en las redes sociales y publicar selfies está fuertemente vinculado al narcisismo, pero sólo en el caso de los hombres. Las mujeres tienden a ser menos narcisistas que los hombres, a pesar de que son ellas las que publican más selfies.


Tratar de inmortalizarse en una foto de celular tiende a ser una expresión juvenil. Quienes más recurren a este hábito son mujeres que tienen, en promedio, 23 años. Por lo menos es lo que indica el proyecto SelfieCity de la City University de Nueva YorK, institución que estudió el fenómeno en cinco ciudades en el mundo.


De acuerdo con la Dra Peggy Drexler, investigadora en psicología de la Universidad de Cornell, las selfies son una clara manifestación narcisista. A través de las selfies la persona muestra una sobreestimación, a veces real, en otras forzada.


“El narcisista tiene una necesidad excesiva de admiración y afirmación. A través de las selfies públicas se logra este propósito”, dice Drexler quien agrega que las selfies también son una señal de la compulsiva obsesión que existe por la apariencia en la sociedad moderna.


Un estudio de la Universidad de Michigan, en el que se entrevistaron a 579 personas, parece confirmar las hipótesis anteriores. Tal parece que quienes abusan de las selfies son narcisistas extremos que buscan mostrar la mejor imagen de sí mismos y tratar de ganar “fans” a los demás. “Tratan de resguardar celosamente su propia imagen, retocándola y perfeccionándola para asegurarse de que serán aprobados por el resto”, dijo el autor de la investigación, Elliot Panek. De esta forma aumentarían su ego y piensan que controlan la percepción de los demás.


Los selfies muestran a la gente en sus mejores momentos, cuidadosamente montados y manipulados. Así que nos la pasamos invadidos por imágenes de las vidas y cuerpos aparentemente perfectos de otras personas.


Pero no todo es negativo, la selfie por sí sola es una forma más de compartir experiencias, divertirte y aligerar el ambiente. También es una excelente forma para incrementar tu seguridad y motivarte en objetivos específicos como bajar de peso. El problema viene cuando se convierte en algo obsesivo y narcisista. Como dicen por ahí, nada con exceso todo con medida.


Disfrutar de los momentos es igual, o más importante, que inmortalizarlos con una fotografía; no crees ?

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